jueves, 16 de diciembre de 2010

Presión

Presionas mi espalda como si quisieras entrar, con insistencia, mordiéndome.

Sí supieras que no te espero aunque eso parezca. Que cada latido no suena más fuerte, que tengo que comprender cada estímulo como si estuviera comenzando a vivir.

Si supieras todo eso y, de algún modo, te pusieras delante mío, dejaras de estar a mis espaldas, podrías enfrentarme, pues mi resistencia al enfrentamiento es nula, siempre te quise ver, siempre desee que nos midiéramos.

Prefieres insistir en escurrirte, en hacerme dar más pasos superfluos, agobiantes.

En algún momento te voy a alcanzar, a pesar de que sigues detrás y me incomodas, me obligas a girar sobre mí, a atravesarme.

Tengo varias armas que ni sospechas, y reconozco que eres fuerte, pero no invencible.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por su "intromisión", ¿puedo saber quien eres?
    Los textos estan allí, para ser difundidos por donde quieras, especialmente en un sitio tan bello como ese...

    ResponderEliminar