lunes, 18 de octubre de 2010

Ciudades y Calles

Me falta tanto para llenar mi cabeza.

Puedo leer todas las letras que andan dando vueltas, florecer y cultivarme. Puedo empezar a meter en mi vacía cabeza todo. Todo.

Ciudades enteras, con sus edificios, fábricas y empresas. Con sus automóviles, calles y baldíos.

Cada casa con sus respectivas ventanas, puertas, pisos, techos, muebles.

Puedo meter personas, agregar personas a mi cabeza. Personas, con su propia cabeza, sus pensamientos, sus sentimientos, sus prejuicios, su historia.

Pero siento que eso no me acercará a la tranquilidad.

Puedo escuchar y que mis oídos absorban todo los que vuele por el aire. Sonidos ambiente de la calle, de la naturaleza. Los tracks que acompañan mis oídos en los viajes. La música que elijo y la que tengo obligatoriamente que oír.

Pero siento en alguna parte de mi interior que el vacío sigue allí, vacío.

Entonces me propongo llenar mis venas de las enseñanzas que me acerca el viento, de los misterios que me trae la sociedad.

Puedo dormir y despertar preguntándome qué es la ciudad.

Puedo caminar por todas las calles y hacerlas mías. Irme apropiando del cada territorio a cada paso. Sin conquista. Asimilar cada centímetro, organizarlo, guardarlo, hacerlo mío.

Con la simple excusa de escribir para alguien, de pensar para alguien. De actuar y vivir para alguien, sucedería el milagro.

Pero no, el milagro no sucede, la tranquilidad no llega y sigo caminando, ya por la oscuridad, ya a plena luz del día, sin la meta fija del éxito, pero si con la esperanza de regresar, en el mismo sentido en el que me aleje, habiendo dejado en el camino prejuicios, cáscaras, pieles, caparazones, miedos y más miedos. Y regresar, en lo posible, con vida.

1 comentario:

  1. «el viento dijo si hoy duermo mañana saldrán las flores»
    precioso lo que escribiste, amor....
    podes usar la excusa que quieras, pero lo único imprescindible para escribir sos vos...

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